Relaciones Laborales Graduado Social

El sistema de capitalización como modelo de financiación de la Seguridad Social. Por Dr. Pablo Arellano

foto-de-pablo-arellanoLa Facultad de Ciencias del Trabajo de la UCA tuvo el placer de contar con la presencia del Dr. D. Pablo Arellano Ortiz, Profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Pontificia Universidad Católica de Valparaiso (Chile), quien impartió una conferencia sobre el sistema de capitalización como modelo de financiación de la Seguridad Social,  el día 30 de noviembre de 2016, invitado por la Prof. Dra. Eva Garrido Pérez, Catedrática de Derecho del Trabajo de la UCA.

En el texto que sigue a continuación encontraréis las ideas principales de la conferencia, aportadas por el propio Dr. Arellano. Para conocer más a fondo sus líneas de investigación y sus publicaciones podéis visitar su web: http://pabloarellanoortiz.cl/

El sistema de capitalización como modelo de financiación de la Seguridad Social

 Dr. D. Pablo Arellano Ortiz

El sistema de pensiones chileno se articula a través de dos grandes reformas, una llevada a cabo durante la dictadura en los años 80 y la segunda durante el primer mandato de la presidenta Michelle Bachelet en el año 2008. Ambas se reposan en el ahorro de un trabajador durante su vida activa a una cuenta de capitalización individual, existiendo correcciones al modelo mediante las pensiones solidarias.

En relación a este tipo de prestaciones, el Estado debe tener un compromiso con sus habitantes a largo plazo y no considerando mecanismo por mecanismo. En otras palabras, se debe mirar el problema en su conjunto y no los intereses de alguno de sus actores. En este sentido se debe tener una visión compleja y sistémica  de los que significa la protección de la vejez. Visión que existe después de la reforma del año 2008, ya que es el Estado quien debe asumir la estabilidad del sistema. Esta visión también debe ser manifestada en el cumplimiento de estándares internacionales como el Convenio N° 102 de la OIT.

La encrucijada actual en que el sistema de pensiones otorga prestaciones muy bajas no resulta algo sencillo de solucionar. Hasta el momento, las salidas propuestas buscan una solución recurriendo a ideas preconcebidas y algunas muy ideologizadas. Sin embargo no se ha observado con detención los factores del sistema chileno de relaciones laborales que inciden en los bajo montos.

En este sentido, el bajo nivel de las pensiones en Chile se encuentra relacionado con dos importantes factores: los niveles de desigualdad existentes y un porcentaje importante de trabajadores informales en nuestro mercado de trabajo. Se consideran estos factores como relevantes ya que las prestaciones de vejez van a reproducir durante la vida pasiva las condiciones de vida que se tuvieron durante la etapa activa. Así, si se obtuvieron remuneraciones bajas durante la vida activa es considerablemente probable que el monto de la pensión sea a la vez bajo. Además, cabe considerar que estos factores influyen en la mayor o menor posibilidad de efectuar cotizaciones. Ello es de suma relevancia tanto para un régimen en capitalización como para uno en reparto. Sin cotizaciones, un sistema de pensiones no resulta viable en el tiempo. Resulta necesario aclarar que en los sistemas de reparto la cotización es tanto o más importante que en los de capitalización.

En cuanto a la desigualdad, esta alcanza niveles importantes si se compara a Chile dentro del grupo de países desarrollados, club al que pertenece como miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Recientemente dicha organización internacional publicó un estudio en que se destaca a Chile como el país con mayor desigualdad salarial de entre 18 miembros de la OCDE. Se señalan como los principales problemas: la pobreza infantil, los empleos informales y la desigualdad de género. Se estima que la diferencia de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre en 2013 era de 27 contra 1.

 El segundo factor que consideramos relevante en materia de una política de pensiones es la composición del mercado de trabajo y en esto aludimos directamente al porcentaje de trabajadores informales presentes. Como se ha sostenido (CIEDESS , 2015) históricamente la tasa de informalidad en Chile se ha mantenido por debajo de los niveles observados en la región latinoamericana. Si se considera el período 2010- 2014, se nota una disminución constante hasta fines de 2012, pasando del 39,4% al 35,7%, mientras que en 2014 se registra un alza momentánea durante el primer semestre del año. No obstante estas cifras, se debe señalar que un porcentaje muy importante, más de un tercio del mercado de trabajo chileno, pertenece a esta categoría, la cual no realiza cotizaciones y, por ende, no tiene derecho a pensión

Se estima que el camino iniciado por la reforma del 2008 es el correcto pero aún queda mucho por hacer. Sin embargo, los factores aquí expuestos resultan de suma importancia y determinantes al momento de fijar una política pública que pretenda aumentar el monto de las pensiones. Una visión técnica y no abierta a la complejidad de esta cuestión, resulta limitada en la búsqueda de mejores pensiones.

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